El gobierno de Estados Unidos les exigirá a partir de “principios de la semana que viene” a todos los viajeros extranjeros que quieran entrar al país que presenten un test negativo de Covid-19, realizado el día antes de la salida, y que estén vacunados, informó el jueves la Casa Blanca.
El presidente, Joe Biden, informó de una serie de medidas para impulsar la vacunación y hacer frente a la propagación de Covid-19 durante el invierno, después de que el miércoles se conociera el primer caso de la nueva variante de coronavirus Ómicron en el país.
Entretanto, para los desplazamientos internos, el presidente Biden anunciará una extensión de la obligatoriedad del uso de tapabocas en aviones, trenes y otros medios de transporte público hasta mediados de marzo, dijo un alto funcionario.
Las nuevas medidas buscan tranquilizar a los estadounidenses y mostrar que Biden está haciendo todo a su alcance para evitar que la pandemia descarrile la impresionante recuperación económica de Estados Unidos y las vacaciones de Navidad.
El mandatario y sus asesores han reiterado en los últimos días que no habrá un retorno a los cierres masivos.
Pero el Gobierno se enfrenta al hecho de que muchos estadounidenses no son receptivos a los llamados de Biden a la acción colectiva para derrotar la pandemia. De hecho, cerca del 40% de la población aún no está inmunizada completamente, pese a los creativos intentos para fomentar la vacunación.
Y cerca de 100 millones de personas elegibles para recibir vacunas de refuerzo aún no aprovecharon la ocasión.