El impacto económico del covid-19 significó el cierre parcial y total de miles de empresas. Algunas nunca retomaron sus operaciones, pero otras experimentaron aceleración de procesos y crecimiento, como es el caso de Jugos Caribé, una compañía de bebidas naturales hechas en República Dominicana y exportadas hacia Estados Unidos.
Con la pandemia, el mercado norteamericano disparó el consumo de alimentos con alto contenido de vitamina C, lo que llevó a la empresa a triplicar el tamaño de sus operaciones buscando capital extranjero, abriendo nuevos puntos de operaciones y trabajando horas extras para suplir el creciente mercado.
Johann Battle, cofundador de la compañía, dijo que los jugos son hechos a base de frutas y verduras de producción local, en su mayoría comprados a pequeños agricultores.
Indicó que antes de la pandemia la empresa contaba con una pequeña zona franca y en medio de las restricciones sanitarias y el shock económico, en 2020 abrieron dos nuevas naves del doble de espacio en República Dominicana, además de que ampliaron sus operaciones en Estados Unidos.
También adquirieron una empresa estadounidense especializada en el jugo de sandía prensado frío. Las ventas pasaron de US$500,o00 antes del covid-19 a US$5 millones en 2020, triplicándose en 2021.
Explicó que el 2020 compraron alrededor de cuatro millones de libras de sandías a los productores nacionales que se quedaron sin mercado tras el cierre de los hoteles, además de cerezas y vegetales por más de un millón de libras.
En 2021 se compraron cinco millones de libras de frutas y en este 2022 proyectan comprar más de 22 millones de libras, para lo cual necesita seguir ampliando sus operaciones en República Dominicana.
Entre las metas de la empresa está ser una marca de sello dominicano, con producción, materia prima y operaciones en el país. Desde el inicio de sus operaciones las frutas se compran en el mercado local, donde se despulpan y se envían hacia Estados Unidos; pero a raíz del crecimiento, necesitan adquirir otra máquina para realizar el proceso en República Dominicana.
Battle puntualizó que hicieron la solicitud de un préstamos al Banco de Desarrollo y Exportaciones (Bandex) para la compra de otra despulpadora, pero hasta el momento no tienen respuesta positiva. De no poder obtener el financiamiento, tendrán que comprar más del 77.3% de equivalente a libras de frutas en el mercado mexicano, por la poca capacidad de procesamiento que tiene en República Dominicana.
“De no poder alcanzar una reinvención de las operaciones en República Dominicana, no tendremos más elección que compensar casi el 80% de la producción fuera y quedarnos sólo el 20% en el país”, dijo.
Ofertas
Aunque tienen ofertas en Estados Unidos para el financiamiento que necesitan, no la han querido tomar, porque tendrían que establecerse en el referido país, lo que acabaría con la esencia de ser un producto hecho en República Dominicana.
En la actualidad, la empresa tiene tres plantas de producción en la Zona Franca de Nigua (San Cristóbal) para un total de 39,000 pies cuadrados. Cuentan con más de 11,500 puntos de ventas, alcanzando todo el norteamericano y parte del mercado local.
El cofundador de la empresa destacó que han recibido ofertas de marcas españolas y francesas para la distribución del producto, pero debido a la gran demanda actual en el mercado no han podido llegar a esos puntos.
La empresa también suple jugos para otras marcas, produciendo, empacando y etiquetando. El producto no tiene azúcar añadida, ni conservantes, lo que lo hace 100 % natural. Para el proceso de conservación utilizan tecnología con sistemas de alta presión (HPP).