El conflicto entre Ryanair y sus empleados parece avanzar sin solución, y la amenaza de paros europeos en plena temporada de verano comienza a acrecentarse. Fuentes sindicales cuentan a ABC que están preparando movilizaciones para finales de junio y finales de julio, al no encontrar un punto en común para paliar las «precarias condiciones» de los trabajadores.
La fecha final variará en función de la acogida de la huelga. Cabe recordar que en muchos destinos europeos, este derecho no se puede ejercer en periodos de temporada alta, por lo que elegirán un momento en el que «el máximo número de países se sumen a la movilización».
Si nos remontamos a años anteriores, en 2018, España, Italia, Bélgica y Portugal ya realizaron paros a nivel europeo durante los días 25 y 26 de julio, provocando 600 cancelaciones. Asimismo, se sucedió alguna otra movilización durante dicho verano, aunque en menor medida.
Mientras tanto, los representantes de los trabajadores, entre los que se encuentran USO y Sitcpla, siguen buscando un consenso. Desde el inicio de las negociaciones, la situación apenas ha variado, y en algunos casos se ha agravado, como en España. Por ello, lanzan un ultimátum a la low cost: si no hay acuerdo en la próxima reunión del 9 de junio, las amenazas se convertirán en realidad.
Entre las principales reivindicaciones se encuentra la aplicación de los derechos laborales básicos, que no serán objeto de negociación; acabar con remuneraciones por debajo del SMI; cesar en la contratación de trabajadores a través de cesión ilegal de trabajadores; y acatar las sentencias judiciales, hasta el momento ignoradas.
También insisten en una adaptación a las diversas leyes nacionales y normas sociales en los países donde operan, así como que se reconozcan los derechos de los trabajadores a organizarse en sindicatos de su elección, participando en la negociación colectiva. A ello hay que sumar errores en las nóminas y falta de transparencia en el sistema de traslados y en los ascensos.