En su informe Monitor Fiscal de este octubre 2021, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte a los países del mundo de la necesidad de considerar los efectos de un incremento de ingresos tributario o de una caída del gasto público.
En su reporte, el organismo financiero multilateral también llama la atención sobre el impacto que pudiera tener una caída del ahorro mundial o de una repentina subida de las tasas de interés, con repercusiones negativas para los mercados emergentes.
No obstante, precisa que aun cuando es necesario adaptar la política fiscal a las condiciones cambiantes, “la política fiscal es clave para abordar los efectos de la pandemia”.
Web Live
En una presentación en vivo (Web Live) sobre los resultados del informe Monitor Fiscal 2021, mediante el cual respondieron preguntas sobre los países, Víctor Gaspar, director del Departamento de Finanzas Públicas del FMI; Paulo Meneses, y Paulo Mauro, destacaron que los países tienen que enfatizar en la credibilidad, debido a que en un incremento del marco fiscal y de la credibilidad podrán lograr tasas más bajas en los bonos soberanos.
“La responsabilidad fiscal sí reditúa”, afirmó Gaspar. Sostuvo que la política fiscal para responder a los niveles de deuda pública que están muy elevados está relacionado con riesgos y la estabilidad mundial.
La deuda de los gobiernos y los hogares y corporaciones no financieras del mundo ascendió a US$226 millones en 2020, superior de US$27 millones a la cifra de 2019. “aumento, que es por mucho, el mayor que tenemos registrado”.
Indicó que más del 90% de la acumulación de la deuda corresponde a economías avanzadas y a China, mientras que los países emergentes y de bajo ingreso contribuyeron solamente con el 7% del aumento.
No obstante, en 2020, la política fiscal demostró tener su valor, ya que el aumento de la deuda fue justificada por la necesidad de responder al Covid, así como sus consecuencias especiales y financieras, dijo Gaspar al comentar el informe junto a los directivos del FMI, Meneses y Mauro.
Advirtió que las limitaciones de financiamiento son severas para los países más pobres, aunque la deuda habrá de bajar un punto porcentual este año y el próximo.
“Después de eso, se proyecta que se estabilizará en aproximadamente 97% del PIB”, afirmó.
Recalcó que la credibilidad y las políticas monetarias y fiscales son importantes y determinan el grado de acceso a los mercados financieros. Afirmó que la asignación de Derechos Especiales de Giro de US$650,000 millones es la mayor asignación jamás acordada por el FMI.
En el foro de preguntas recalcó que la recuperación mundial es sumamente incierta y es detenida por la disponibilidad de vacunas, y por el eso el FMI tiene un fondo de US$50,000 millones para asegurar un avance de vacunación en el todo el mundo y asegurar que el 40% de la población esté vacunada en todos los países antes de finalizar este año.
Prioridades
Paulo Mauro insistió en que la prioridad sigue siendo abordar la emergencia sanitaria y también aumentar la inversión pública, especialmente la inversión verde. Indicó en la ronda de preguntas que los países deberán adoptar medidas en varios frentes, comenzando con movilizar recursos internos y gastar más eficiente, además de que se requerirá apoyo internacional con la vacuna y manejar limitaciones financieras en países altamente endeudados.
Sobre medidas económicas, no recomienda subsidios generalizados a combustibles y la energía. A corto plazo, sugirió dar apoyo focalizado a los sectores más vulnerables, transferencias focalizadas y subsidios a las cuentas de electricidad de las familias de bajos ingresos e invertir más en energía limpia y renovable.
Medidas
Los consejos de políticas deben ser adaptados a la evolución de la epidemia y a los acontecimientos económicos y perspectivas, pero también a las características de cada país.
Brechas financieras
Antes de 2020, las brechas financieras para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenibles en 2030 eran considerables y la pandemia hacen que sean peores.