El Caribe se encuentra a la caza de visitantes y de vacunas contra el Covid-19 para reactivar economías paralizadas en una de las regiones del mundo más dependientes del turismo.
Sus aguas claras y su arena cálida atrajeron una cifra récord de turistas en el 2019, 31,5 millones, pero las visitas cayeron entre un 60 % y un 80 % debido a la pandemia el año pasado.
En ese sentido, Frank Comito CEO de la Asociación Caribeña de Hoteles y Turismo, explicó que las visitas a la región subieron en noviembre pero descendieorn en enero, en parte porque el Reino Unido, la Unión Europea y Canadá restringieron los viajes debido al rebote del coronavirus.
“También brillan por su ausencia los visitantes que viajan en cruceros, que antes de la pandemia habían llegado a 30 millones, cifra récord, no obstante, las Islas Vírgenes Estadounidenses habían registrado un aumento en los vuelos a niveles sin precedentes, al menos temporal, porque las aerolíneas cambiaron sus programas de vuelo de Europa y Asia hacia el Caribe”, indicó.
Se recuerda que La India también ayuda a la República Dominicana, Antigua y a Barbuda, pero la región está lejos de alcanzar el nivel de vacunas necesarias para conseguir la inmunidad del rebaño de los 18 millones de personas de la Comunidad del Caribe (Caricom).
China, mientras tanto, envió 768.000 dosis de la vacuna Sinopharm a la RD, una nación de 10,6 millones de habitantes, que también está empezando a recibir cargamentos de AstraZeneca y de Pfizer.