El 2021 fue un año de “borrón y prueba” para evitar un colapso y recuperar la economía. La pandemia del covid-19, en 2020, desafió la capacidad de resiliencia de muchas empresas dominicanas y obligó a los profesionales, de diversas áreas del saber, a pensar ‘fuera de la caja’ e iniciar un proceso de transformación digital.
Especialistas del área de comunicación social, derecho, educación, salud, mercadeo, publicidad, diseño gráfico y profesionales independientes tuvieron que reinventarse y buscar soluciones innovadoras para adaptarse a la nueva “normalidad” y exigencias del consumidor o cliente actual.
Sin embargo, más allá de los avances en el manejo de la pandemia, el proceso de vacunación y el crecimiento de la economía en República Dominicana, el virus no se “diluirá” con la finalización del 2021. El 2022 también presenta enormes retos.
Juan Carlos Rosario Made, mercadólogo y magíster en Dirección de Negocios Internacionales, es consciente de esa realidad. Tanto así que define el 2021 como un año de combate, control, apertura y convivencia con el virus.
Añade que los efectos de la pandemia se han hecho sentir en la parte económica con el nivel de inflación, el rompimiento de la cadena logística en el transporte internacional de mercancía y la subida en los precios de los “commodities”.
No obstante, el también consultor en marketing, visualiza el 2022 con gran optimismo e insiste en que cada profesional, sin importar el área, debe realizar cambios estratégicos al pasar de una posición defensiva a una ofensiva.
“No debemos esperar que nos abran las puertas, debemos ser abridores de puertas. Creadores de nuestras propias oportunidades. Trabajar nuestro ‘mindsets’, para desarrollar una mentalidad de lo posible y ser perseverantes, solo así podremos afrontar los retos que nos depara el futuro”, sostiene Rosario Made, quien aprovechó el 2020 para iniciar una maestría en Marketing Digital y Redes Sociales, en un momento de mucha incertidumbre por la pandemia.
Para Alfonsina Beltré, procedente de República Dominicana, pero actualmente residente en Argentina, este año que casi termina ha sido lleno de aprendizaje y de oportunidad para sumergirse al mundo de la transformación digital.
Beltré, quien es relacionista pública y magíster en Publicidad, agrega que, gracias a la digitalización de los procesos, los emprendedores y profesionales, especialmente las mujeres, pueden dirigir su negocio desde cualquier parte del mundo. “Yo aposté a esta modalidad de estudio en el 2020 sin imaginar que íbamos a tener una revolución tan grande”, relata.
Ámbito laboral
De igual forma, para Francisco Díaz, profesional en el área de calidad, el 2021 fue un año de muchos retos, desde el punto laboral. “Tuvimos que adaptarnos a trabajar en medio de una pandemia que ha acabado con la vida de tantas personas y ponernos nosotros mismos en riesgo y a los nuestros para llevar el pan de cada día a nuestros hogares”, narra Díaz.
En cambio, con su fe puesta en Dios, muestra optimismo para el 2022. Espera que sea de superación personal y profesional. “Y pedirle a Dios que ya termine esta pandemia y que todo el mundo tome más conciencia”, expresó Díaz, residente en Barahona, provincia sureña.
Para la médico general, quien pidió solo ser identificada como Ismelda, este año fue regular. “En aspectos de salud, he visto muchos descuidos que espero mejoren en el 2022”, precisó.
¿Han sentido el cambio?
El «Gobierno del cambio», como es denominada la gestión del presidente Luis Abinader, en sus primeros 16 meses de administración ha exhibido logros en materia económica, con la recuperación; en salud, con el manejo del virus y el proceso de vacunación; en justicia, con un Ministerio Público independiente; y en turismo, con aumento de las llegadas de extranjeros. Estas hazañas sirvieron de contrapeso al incremento de la deuda pública y a algunos desaciertos.
Sin embargo, para algunos profesionales «el cambio» aún no ha tocado a su puerta. Cesarina, una docente del sector privado, comenta que el Gobierno se ha enfocado en algunos sectores, pero, afirma, se ha olvidado de la mayoría de los ciudadanos “de a pie”.
“Por ejemplo, es muy común ver jóvenes graduados, a veces hasta con dos profesiones, sin empleo. Además de los salarios de miseria y las pocas condiciones para pensionados y envejecientes”, citó.
La inflación afecta sus bolsillos
El alza del precio de algunos productos, cuya canasta básica familiar nacional ronda los RD$39,109, el alto costo del petróleo e hidrocarburos, así como el de otros bienes y servicios básicos, producto de la inflación acumulada, se ha convertido en el principal “dolor de cabeza” de muchos dominicanos por su impacto a su economía personal.
Para Nathalie García, maestra en el sector público, mantener estabilidad en sus finanzas ha sido un desafío. “Me he sentido impotente por ver los productos de primera necesidad ‘por las nubes’. A tal punto que lo que compraba como madre de familia ahora lo compro con el doble de dinero”, manifiesta García, al indicar que tuvo que prescindir de algunas comodidades para llegar a fin de mes.
En ese sentido, señala que sus expectativas para el 2022 no son halagüeñas. Cometa que para el próximo año seguirá ajustando su presupuesto, el cual asegura “da para vivir el día a día, pero no para disfrutar de viajes y otros privilegios”.
Para su homólogo, Luis Miguel Brito, ambos residentes en San Francisco de Macorís, provincia Duarte, el 2021 fue un año de crecimiento profesional, más no así en lo económico y en lo emocional por no ser agraciado con una beca por el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT).
En cuanto a su proyección para el próximo año, destaca que espera crecer económicamente, iniciar una maestría y mejorar sus relaciones interpersonales.
De igual manera, Josely Ramón Morban, diseñador gráfico, dice que a pesar de que el 2021 fue incierto en el ámbito económico, confía en que el año venidero sea mejor.
“Mis expectativas para el 2022 son las de tener más estabilidad económica, ya que este año me ha golpeado bastante”, puntualiza Morban.
Agrega que espera que los próximos 365 días estén cargados de mayor tranquilidad a nivel de salud y de economía. Esta última, acompañada de mayores fuentes de empleos.