El alza del precio de algunos productos, cuya canasta básica familiar nacional ronda los RD$39,109 mensuales, el costo del petróleo y los hidrocarburos, así como el de otros bienes y servicios básicos, producto de la inflación, se ha convertido en el principal “dolor de cabeza” de muchos dominicanos por su impacto a sus finanzas personales.
Para el Gobierno también es uno de sus mayores desafíos para el 2022, debido a que este indicador económico refleja la disminución del poder adquisitivo de la moneda, cuando se produce una subida generalizada y continua de los precios, en un tiempo determinado.
Economistas explican que cuando esto ocurre el valor de la moneda, en este caso el peso dominicano, baja, pues al estar todo más caro las personas adquieren menos bienes y servicios con ella. Por tanto, su capacidad de compra, ahorro e inversión se ve afectada considerablemente.
Durante el período enero-noviembre del 2021, la inflación acumulada de República Dominicana se ubicó en 7.71%, según datos del Banco Central.
En ese sentido, recientemente el presidente Luis Abinader explicó que el nivel actual de la inflación obedece, mayormente a factores externos, al aumento de la materia prima y de los hidrocarburos, además de los efectos de la pandemia del covid-19.
Señaló que en el caso de Estados Unidos, principal socio comercial del país, su inflación interanual de 6.2% es la mayor alcanzada en los últimos 35 años. “Y obviamente eso nos impacta a nosotros”, agregó el jefe de Estado.
En su primera rendición de cuentas, hace 10 meses, el mandatario había indicado que con una propuesta de reforma de la Ley 112-00 del sector hidrocarburos, buscaría revisar la estructura de los costos y los relacionados a los precios de los combustibles.
Pero, mientras ocurren esas modificaciones, ¿cómo va impactando esto la economía de los ‘ciudadanos de a pie’ y qué deben hacer? Expertos en finanzas personales exhortan, como primer paso, estar atentos a este indicador económico y a entenderlo a cabalidad, ya que de él depende, en cierta medida, su independencia financiera. Esa acción le permitirá realizar sus proyecciones del gasto. Además de que le ayudará a tomar decisiones astutas al momento de ahorrar e invertir.
EFECTOS A SU ECONOMÍA
Para controlar la inflación muchos países de América Latina optan por reducir la masa monetaria, disminuir el gasto público para que la demanda baje, así como los los precios.
Otros someten reformas tributarias, incentivan la inversión privada, especialmente extranjera, con exoneraciones impositivas a empresas para que inviertan y generen empleos. También se da el caso de renegociar la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y bonos soberanos.
Sin embargo, algunas medidas, como el endeudamiento, limitan la capacidad del Estado a desarrollar planes de crecimiento económico e implica dirigir menos recursos a la protección social.
Esto no solo se traduce en inflación, sino en potenciales reformas fiscales que afectan la economía de los hogares dominicanos e incrementa la posibilidad de disminuir su calidad de vida de los ciudadanos en República Dominicana.
La inflación se traduce en…
Menos poder adquisitivo. Los consumidores perderán poder de compra, ya que la subida brusca y generalizada de los precios, si no se compensa con el incremento salarial, hará que los ciudadanos tengan mayor dificultad para alcanzar el fin de mes. Algunos recurrirán a préstamos informales.
Menos capacidad de ahorro. Cuando las personas se ven obligadas a destinar más recursos a fondos de consumo, su capacidad de ahorrar disminuye. De igual forma, sus metas financieras se ven pospuestas o en muchos casos inalcanzables.
Subida de interés. Si la inflación se dispara, los tipos de interés también. Por esa razón, las personas tienden a solicitar menos créditos para consumo y empresas, o sea, menos inversión. Esto impactará sus ventas y sus beneficios pudieran disminuir.
¿CÓMO ENFRENTARLA?
Planificarse. Esto le permitirá hacer sus proyecciones financieras bajo escenarios conservadores. O sea, controlar sus gastos y ahorrar, al menos el 10% de sus ingresos mensuales.
Reducir gastos. Reducir o eliminar gastos innecesarios. Esta práctica le ayudará a optimizar sus ingresos e identificar fugas innecesarias, como “gastos hormigas”. Otros tendrán que entrar en un plan de austeridad temporal.
Ingresos extras. Buscar otras fuentes de ingresos adicionales le permitirá hacer frente a los altos precios de los productos y cubrir sus principales compromisos económicos.
Invertir. Usar sus ahorros en instrumentos financieros cuyo rendimiento sea al menos, igual a la inflación, pero siempre bus- car aquellos que sean más altos