La recuperación del turismo y la economía, y su participación en la Feria Internacional de Turismo (Fitur), han puesto a la República Dominicana en el primer plano del escenario turístico mundial. Este auge invita a seguir avanzando para aprovechar esta oportunidad, planteó el presidente de la Asociación de Hoteles del Este (Asoleste), Ernesto Veloz.
Destacó que República Dominicana está en un momento estelar y debe avanzar para consolidar la posición alcanzada.
Señaló que es necesario avanzar con rapidez en algunos temas importantes de la agenda pendientes, que son el cuidado de las playas, el ordenamiento territorial y la aprobación del acuerdo con Estados Unidos, para que todos los aeropuertos dominicanos puedan optar por el beneficio del prechequeo en los vuelos hacia esa nación.
«La pandemia demostró nuevamente la importancia del mercado estadounidense, por lo que, como parte de una estrategia por COVID, la preautorización es una herramienta que, sumada a nuestras ventajas comparativas, nos confiere más competitividad y nos coloca en una posición única en el Caribe, a la par con las Bahamas y Aruba, y por encima de México y Jamaica, nuestros principales competidores», dijo Veloz.
La preautorización, explicó, al convertir las rutas hacia Estados Unidos en vuelos locales, crearía facilidades que aumentarían la penetración en regiones de esa nación. «Porque podríamos tener vuelos directos a 60 aeropuertos regionales que sirven mercados de más de un millón de habitantes, diversificando los mercados y minimizando la dependencia de los mercados de la costa este estadounidense», observó.
Explicó que también es una decisión ventajosa para las exportaciones de productos agrícolas perecederos, el comercio y los intercambios de todo tipo entre los Estados Unidos y la República Dominicana.
«Es muy importante para Asoleste -dijo Veloz- trabajar en el ordenamiento territorial y en el cumplimiento de las directrices, para asegurar que las comunidades y áreas turísticas mantengan sus atractivos, y su desarrollo contribuya y no dañe el turismo. Igualmente, avanzar en el control de procesos de arrabalización, contaminación y en el ordenamiento del uso de las playas y todo el litoral».
También considera que se precisa para el cuidado de las playas y el ordenamiento territorial la colaboración público-privada.