El turismo, una de las mayores industrias del mundo, aporta millones de dólares a la economía mundial. Este sector contribuye directa o indirectamente a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente con el uso eficiente de los océanos y los recursos marinos. En países en desarrollo, como República Dominicana, es el principal motor de crecimiento económico.
La “madre naturaleza” protagoniza ese aumento. Sus hermosos paisajes terrestres y marinos atraen como imán a cientos de miles de turistas. Solo a junio de 2022 República Dominicana caribeño recibió 3.5 millones, de acuerdo al Ministerio de Turismo (Mitur). Una cifra “récord” que evidencia que el turista que visita esta media isla busca conectar directamente con la naturaleza y equilibrar la tranquilidad con la aventura.
El turismo de buceo, un segmento en auge, brinda esa combinación. Estar varios metros debajo del mar da la sensación de conectarse con un mundo no sólo lleno de retos, sino hasta cierto punto con mucho por descubrir, donde lo único que escuchas es tu propia respiración y donde una hora es capaz de convertirse en sólo 10 minutos tras perderte en la magnificencia de los arrecifes de coral de casi toda la zona costera local.
República Dominicana tiene una ubicación geográfica privilegiada. Sus fondos marinos están llenos de arrecifes coralinos, grandes cuevas, extensos valles submarinos, barcos naufragados y una rica vida marina, describe Mildred Minaya, buzo recreativo, que ha recorrido las entrañas acuáticas en gran parte de esta media isla desde el 2010.
“¡Es una aventura! Es como hacer yoga, pero debajo del mar”, comenta a elDinero Minaya, una buzo ecodiver (conservacionista ecológica). “El país tiene puntos buenísimos para el buceo”, agrega con entusiasmo, al recordar su primera inmersión.
Rubén Torres y Omar Shamir Reynoso, destacados biólogos marinos dominicanos, lo confirman. “Buen clima, cálidas aguas cristalinas y todo un año para realizar buceo, especialmente para turistas que viven en climas fríos o que solo tienen periodos cálidos algunos meses del año”, indica Torres en declaraciones a elDinero.
Reynoso, añade que el buceo tiene un potencial importante en República Dominicana por sus condiciones elementales a la hora de elegir locales y extranjeros como destino de buceo. “Estos escenarios se complementan con recursos culturales subacuáticos (naufragios) de una relevancia histórica importante y sistema de cavernas para buceadores más experimentados que deleitan con sus historias, colores y su composición”, añade.
Torres es el fundador y presidente de la fundación Reef Check República Dominicana, mediante la cual trabaja desde 2004 enfocados en la conservación de los recursos marinos tras el rápido crecimiento de la industria del turismo.
“El turismo de este país depende de playas limpias, aguas cristalinas y los arrecifes de coral saludables, que producen arena blanca a nuestras playas, protegen la costa de la erosión y son una fuente importante de alimentación”, expresa el presidente de Reef Check.
Esta afirmación halla sustento en datos oficiales. Actualmente, la calidad de las playas (43.3%) lleva la voz cantante en la captación de visitantes, según la Encuesta de Opinión, Actitud y Motivación de Extranjeros no Residentes en 2021, del Banco Central. El segundo motivo por el que los turistas eligieron este país como destino en sus vacaciones fue por la hospitalidad (19.9%), seguido del clima (11.4%), entre otros.
Joya escondida
A nivel global, el tramo costero y marino representa una proporción significativa dentro de la industria turística y un componente vital en la creciente economía azul. En 2030, estudios proyectan que ocupe el mayor segmento de valor agregado en la economía oceánica, con un 25%. En el ámbito local, las estadísticas sobre este segmento son escasas. Sin embargo, su “riqueza oceánica” destaca el potencial de este nicho.
Según un estudio realizado por The Nature Conservancy (TNC, siglas en inglés), una organización internacional sin fines de lucro, República Dominicana es una de las cinco naciones más visitadas del Caribe para realizar actividades vinculadas con los arrecifes de coral.
Al año unas 800, 000 personas participan en turismo asociado a los arrecifes. Esta actividad genera al país más de US$1000 millones al año. Más de US$865 millones en deportes adyacentes a los arrecifes, como visitas a playa y US$135 millones en segmentos como buceo.
El informe titulado “Valor turísticos asociado a los arrecifes de coral de la República Dominicana” refiere que los arrecifes de coral de agua dominicana agregan más de US$5.7 millones anualmente por kilómetro cuadrado. Además, se ubica dentro del 10% de los arrecifes más valorados por el turismo del Caribe. Sin embargo, estas ventajas competitivas aún no han sido explotadas a gran escala.
“Casi todo el país cuenta con zonas aptas para el buceo, mayormente asociadas al principal ecosistema marino, el cual alberga casi el 25% de toda la vida marina, a pesar de solo ocupar el 1% de la superficie del mar (los arrecifes de corales)”, comenta Torres.
Empresas hoteleras
Dada esta realidad, ¿qué hacen las empresas hoteleras y autoridades gubernamentales para proteger la biodiversidad costera? Expertos consultados coinciden en que cada vez hay mayor cantidad de empresas hoteleras que realizan acciones voluntarias, más allá de las normativas legales, con la finalidad de contribuir al turismo sostenible.
Desde la preservación de los corales, uso responsable del plástico hasta políticas para la realización de actividades que no dañen los recursos naturales previenen de la responsabilidad social de las empresas hoteleras que forman parte de la Asociación de Hoteles y Turismo de República Dominicana (Asonahores), asegura a elDinero el vicepresidente ejecutivo de la asociación, Andrés Marranzini Grullón.
“La gran mayoría de las playas que están frente a hoteles, miembros de Asonahores, tienen o portan la certificación de bandera azul, que precisamente certifica las acciones de explotación turística en el marco de la sostenibilidad y la garantía de preservación de los recursos naturales”, expresa Marranzini Grullón.
Dos casos puntuales son Bahía Príncipe Hotel & Resorts y Grupo Punta Cana, los cuales tienen programas propios de regeneración de corales y otros en conjunto con organismos multilaterales que promueven la conservación y preservación de los recursos naturales.
“La estrategia de República Dominicana en el mercadeo del destino turístico incluye la diversificación por actividades. O sea, que las actividades deportivas a la que acuden entusiastas como las del buceo o deportes extremos es parte de la estrategia del país”, señala Marranzini.
“La estrategia de República Dominicana en el mercadeo del destino turístico incluye la diversificación por actividades”. – Andrés Marranzini Grullón, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Hoteles y Turismo de República Dominicana (Asonahores)
En ese sentido, Reynoso, de la Autoridad Nacional de Asuntos Marítimos (Anamar) considera que el sector privado ha ido implementando prácticas a favor del medio ambiente como principal operador de los puntos de buceos en el país.
Destacó, además, la ardua labor para la preservación de toda la riqueza natural que dota este destino turístico que vienen desempeñando entidades como la Fundación para el Desarrollo en Equilibrio con el Medio Ambiente (Fundema), Fundación Grupo Punta Cana, Reef Check, TNC, Fundación Cap Cana y la Red Arrecifal Dominicana.
En particular, Shamir Reynoso resaltó la iniciativa de Anamar en trabajar con arrecifes mesofóticos, uno de los arrecifes menos conocidos en el país. A nivel público, sostuvo que la mayoría de los puntos de buceos están dentro de una zona del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Sinap), por lo que “desde el Estado se han realizado esfuerzos de protección y conservación, aunque aún falta más”, dijo.
De su lado, Torres, quien dedica su vida a realizar trabajos de monitoreo y protección de los recursos costeros marinos, indica que el turismo de buceo, cuando se hace adecuadamente, funge como una herramienta para la conservación de áreas marinas cuando se realiza de forma adecuada.
Actualmente, Reef Ckeck República Dominicana coordina el programa “Green Fins” (centros de buceo, centros de esnórquel, cruceros de buceo) que, junto al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el cual busca proteger y conservar los arrecifes de coral siguiendo pautas ambientales que promueven una industria de buceo y esnórquel sostenible.
Centros de buceo
Para la realización del buceo recreativo los centros de buceo juegan un papel importante, ya que esta actividad requiere de bucear en aguas abiertas, pero respetando los límites de no-descompresión. Los cursos ofrecidos en esta categoría también sientan las bases para los tipos de buceo más avanzados.
En 2018, en el país había alrededor de 53 centros de buceo técnico. Uno de ellos es Golden Arrow, reconocido como el único centro que ofrece toda la gama de buceo en el país desde snorkeling, buceo recreativo, buceo técnico hasta buceo en cuevas.
Respecto a buzos certificados, en particular el centro consultado por elDinero ha firmado en este país unas 800 certificaciones en los últimos 24 años.
El instructor de buceo de origen francés Denis Bourret, fundador de Golden Arrow, destaca que la industria del buceo siempre ha sido protector y embajador de la biodiversidad. “Desde que estoy buceando en 1988 entendí la importancia de cuidar el medio ambiente y promover eso en mis alumnos y clientes”, manifiesta.
La especialidad de Bourret es el buceo de cuevas, el cual según el informe de la Fundación Espeleobuceo Hispaniola ha contabilizado 59 cuencas importantes que pueden ser exploradas por los turistas. Generalmente, estas cuevas son conocidas como pozos, manantiales, lagunas, hoyos y pocimanes. Estas se encuentran diseminadas por toda la geografía nacional.
Atractivos deslumbrantes
Las aguas cálidas, cristalinas y poco profundas de Quisqueya, La Bella ofrecen a los buzos (principiantes y profesionales), espeleólogos, excursionistas, observadores marinos y turistas en general una “vista 360”, incluso a grandes profundidades.