Julia Simpson es presidenta y CEO del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) y vino a República Dominicana, además de para conocer el país, dar a conocer que la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores) se convirtió en la primera asociación en ser parte de ese importante organismo mundial.
El WTTC representa al sector privado global de Viajes y Turismo, con la presencia de más de 200 directores ejecutivos y presidentes de las principales empresas del sector, entre ellos el dominicano Frank R. Rainieri, quien es miembro del Comité Ejecutivo de la entidad por ser fundador y presidente de la Junta de Directores del Grupo Puntacana.
Simpson conversó con Diario Libre sobre diversos temas de la industria, comenzando con la pandemia y sus terribles efectos.
—¿Se puede decir, desde la perspectiva del turismo, que la pandemia acabó?
Pues sí, se puede decir, desde el punto de vista mundial, que este año vamos a llegar a unos niveles de prepandemia de 2019. El asunto es que, si uno lo mira mundialmente, Asia acaba de abrir. Por ejemplo, los chinos representan un 15% de todas las ventas en turismo globalmente, entonces, como han estado cerrados, los números dependen mucho de esa reapertura. Pero, sí, sí, podemos decir que la pandemia acabó para el sector. Ahora, en República Dominicana hemos visto dos años sobre los números de 2019, que es de verdad un súper éxito. ¡Enhorabuena!
—¿Cuáles fueron las lecciones que tuvo el sector con esto de la pandemia?, porque fue inédito, nunca ocurrió algo así.
Pues son muchas las lecciones. Por ejemplo, perdimos la mitad de nuestro valor. Globalmente el sector se valora en unos 10 trillones de dólares (USD$10,000,000,000,000) y perdimos del día a la noche un 50 %. Y no sólo perdimos eso, perdimos 62 millones de puestos de trabajo y para mucha gente eso es poner comida en la mesa, fue súper, súper serio. Ahora, en unos países había oportunidad para apoyar esos empleos, en otros países, no. Entonces fue muy duro para mucha gente, pero lo que hemos aprendido es que nuestro sector siempre resurge, es muy resiliente, lo que es muy importante.
Una cosa que aprendimos en la pandemia es que las normativas de sanidad, las restricciones de viaje que imponían los gobiernos globalmente, eran ilógicas, porque un virus no se presenta en la frontera con su pasaporte, el virus ya estaba endémico, entonces hacer sufrir un sector de la manera que yo acabo de explicar, fue duro. Nosotros no somos científicos, somos hoteleros, llevamos cruceros, llevamos líneas aéreas, pero, si miramos al Organización Mundial de la Salud, esa misma organización decía que no era necesario cerrar fronteras. Entonces, para mí eso fue un error, y hubo también un poco de política. En algunos países decían: ‘si ustedes me cerraron a mí, yo voy a cerrarles a ustedes’, y pasaron cosas así, un poco ilógicas. Yo creo que hay que aprender de eso.
—¿Se ha aprendido realmente de lo que pasó con la pandemia?
Yo creo que sí, porque yo creo que la gente ha aceptado ahora que es una enfermedad como la gripe, que es una enfermedad que hay que tener cuidado, pero que es endémica, y no hay razón para totalmente cerrar una economía.
—¿Esa capacidad de reacción que faltó en esta ocasión, ¿usted cree que el mundo está listo para reaccionar mejor en una próxima emergencia?
Yo creo que sí, habrá países que se mantendrán abiertos más tiempo. Ahora, una pandemia puede venir de otras formas, en otro tipo de circunstancia, entonces, nunca la cosa es igual, pero creo que hemos aprendido a ser más resilientes.
—¿Cuál es la situación del turismo tras todo este proceso?
Hoy en día el turismo se está recuperando de una manera muy fuerte y los turistas quieren viajar. Hay unos retos en el sentido de la inflación, especialmente para el Caribe, porque mucha de la gente viene de Estados Unidos, Canadá o Europa, donde hay muy altos niveles de inflación. Ahora, lo que es muy interesante es que en el WTTC hemos hecho unos estudios que demuestran que la gente quiere priorizar el viajar y el turismo, porque después de dos años de estar encerrados, sea lo que sea, van a viajar. Y eso no es solamente una idea, estamos viéndolo en concreto. Es justamente aquí, en la República Dominicana, que está recibiendo más visitantes que jamás en su historia.
—¿Cómo va a responder el sector a este problema de la inflación? ¿Cuáles sugerencias da el Consejo para enfrentar lo que viene o lo que está ocurriendo ahora mismo?
Bueno, eso es un reto que afecta a todas las industrias, no solamente a nuestra industria. Primero lo que vemos es que el viajero quiere más flexibilidad cuando hace las reservas. Cosas que han aprendido un poco de la pandemia, es que los turistas quieren retener estos derechos de flexibilidad, pero la verdad es que la gente dice que prefiere no gastar dinero en otras cosas y seguir viajando.
—Hay un tema más de geopolítica, vemos que el mundo se está polarizando. ¿Cómo ve esa realidad y cómo afectará la industria?
Lo bonito del turismo es que es un movimiento que es para el entendimiento entre la gente, para que la gente aprecie otras culturas. El turismo tiene un poder muy significativo, que los gobiernos del mundo entienden y respetan. Cuando uno viaja o recibe viajeros aprende de otra gente y los gobiernos entienden eso. Por desgracia, siempre ha habido guerras y diferencias, en toda la historia del mundo, pero la verdad es que la gente nunca para de viajar. La guerra de Ucrania y Rusia, por ejemplo, sí ha afectado, y sin reducir lo horrible de la guerra a simples cifras, pues debo decir que los rusos eran el siete por ciento del turismo en Europa, pero los chinos comenzaron a viajar y los estadounidenses también, así que el mundo sigue.
—El turismo y los viajes gozaron por mucho tiempo de todo lo que fue la globalización, pero hay quien dice que la globalización se acabó y llegó la era de la localización, un mundo más polarizado. ¿Cómo enfrenta el turismo un desafío como dice esa posibilidad?
Es una oportunidad, porque la gente ahora, cuando viaja globalmente, quiere ver un hotel diferente en cada sitio, quieren comer de la comida local. La gente cuando viaja quiere conocer las culturas, las tradiciones, las lenguas, las cosas locales, la naturaleza, la biodiversidad… lo quieren entender más. En sí, uno quiere entender más de ese país. Entonces, hay muchos países que están redescubriendo esos beneficios y lo que tiene diferente para el turista.
—¿Entonces el turismo es como un antídoto a toda esa posibilidad de que haya estos encierros o polarización?
Realmente creo que sí, porque la gente cuando viaja quiere tener una conexión auténtica. No quieren ir a las Filipinas o venir República Dominicana y vivir la misma experiencia, no es lo que quieren. Ellos quieren conocer la cultura local y eso protege esa cultura local. Eso también da la oportunidad a la gente de vivir del turismo. Entonces, sí debemos prevenir la polarización, aunque hablemos de localización y no de globalización en el mejor sentido de la palabra, de una buena forma.
—¿Qué hace acá en República Dominicana?
Primero, lo que veo aquí es un modelo muy exitoso, que está basado en la relación entre el Gobierno y el sector privado. Hay un diálogo muy abierto, incluso muy intenso, de una manera buena. Cuando hay retos u oportunidades se pueden hablar de ellos y es por esta razón que estamos viendo números tan positivos en este país, porque en los países cuando el gobierno no respeta al sector privado, el sector no crece. También estamos viendo el regreso de los fondos de pensiones para invertir aquí, algo importante, porque ellos no querían invertir para nada durante la pandemia en nuestro sector, claro, por los números. Ahora lo que estamos viendo a nivel global, pero también aquí, es que el sector turístico va a crecer a más del doble del PIB global. El PIB global durante los próximos 10 años va a ser unos 2.7 % y el sector globalmente de viajes y turismo crecerá 5.8 %. En República Dominicana será muy parecido, por lo que habrá oportunidad para inversores locales y extranjeros.
—¿Qué calificación da a República Dominicana en el manejo del turismo durante y tras la pandemia?
Abrieron sus fronteras antes que otra gente, que es muy importante, porque si vemos la situación en China, realmente mantenerse cerrados totalmente, y me da pena decirlo, no les ha ayudado en el sentido ni del mundo sanitario, ni de la economía. Aquí tuvieron la visión de abrir lo más pronto posible y lo hicieron con protocolos sanitarios muy bien pensados y respetados, así que lo han hecho muy bien aquí.
—¿Consejos que tenga para el turismo dominicano, alguna cosa a mejorar?
La verdad que aquí tiran muy bien, es una historia de éxito. Lo que sí diría es que sería bonito para el Caribe, como un conjunto, formar más una asociación única. Que afronten las cosas más como un destino entero, en vez de estar siempre en ánimo de competir el uno con el otro por el turista. Competir es normal, pero la región del Caribe se podría juntar, tener mejor conectividad entre las islas. Hay mucha gente que quiere visitar el Caribe como conjunto, esa clase media que crece y que no quiere tener que ir a un aeropuerto de Estados Unidos. Ahí hay una oportunidad.
—Eso que usted conversa de un Caribe unificado como destino ha sido una idea que se habla y se habla y ha sido muy difícil ponernos de acuerdo. ¿Cuál podría ser el rol de República Dominicana en esa estrategia de tratar de unificar el Caribe como destino?
Primero hay que ver el éxito que hay aquí, entonces, que los otros países lo vean, lo entiendan y aprendan de ello. Quizá el primer paso es juntar dos, tres o cuatro países y hablar activamente sobre una línea aérea regional, que es súper importante. Aquí tenemos, en esta isla bellísima, inversión en aeropuertos, pero en otros países del Caribe la infraestructura aún necesita un poco más de cariño. Pero es posible, porque antiguamente había esta voz unida, no quiere decir que no hay competencia entre los distintos destinos, pero una voz unida, en bloque, es importante.
—¿Cómo ve el futuro de la industria a largo plazo?
Se está creciendo a cifras dobles del por ciento del PIB global y del PIB de República Dominicana, así que hay mucha oportunidad aquí y en el mundo. Hay muchas oportunidades en este país, por ejemplo, la gran parte del turismo viene de Canadá y de Estados Unidos, que son muy bienvenidos, pero hay más posibilidad de atraer a más gente de Europa. Creo que hay mucha oportunidad en eso, porque el británico, por ejemplo, viendo lo que yo he visto con mis ojos, puedo decir que cuando vuelva, le va a decir a todo el mundo que conozca que debe venir aquí.
—¿Qué significa viajar para usted y cuál es su destino favorito?
Oh, pues primero, la República Dominicana claro, es el número uno, faltaría por decirlo. Yo soy de montañas, me gustan las montañas. Me gusta subir montañas y tengo entendido que aquí hay las montañas preciosas. Y la biodiversidad también. Bueno, también quizá voy a la ciudad a probar un poco de ron local, que parece bueno (muchas risas).
Asonahores logró hacer historia
La Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores) hizo historia al convertirse en la primera organización de su tipo que es admitida en el WTTC.Fue un intenso proceso de cinco años, el cual llegó a puerto seguro tras la negociación entre las partes. Pero, ¿qué implica para Asonahores estar en el WTTC? David Llibre, presidente de Asonahores asegura que “es un privilegio formar parte del WTTC, un organismo que reúne a las 200 empresas más importantes del sector de turismo del mundo. Eso nos permite entender la dimensión del turismo de la República Dominicana”.Agrega que “pertenecer al WTTC nos permite conocer de primera mano las mejores prácticas y las informaciones estadísticas que permiten tomar decisiones. Podemos conocer esa mejor práctica a nivel de sostenibilidad y medio ambiente que es tan importante hoy en día, para tener un turismo que siga creciendo en el tiempo”.