La llegada de visitantes extranjeros y nacionales no residentes que el Ministerio de Turismo (Mitur) anuncia como de niveles “récords”, en realidad solo se acerca al nivel de crecimiento promedio anual de 4.95% que exhibía República Dominicana en la década anterior a la pandemia del covid-19.
De acuerdo con las estadísticas oficiales, desde el año 2010 al 2019 el crecimiento promedio anual en la llegada de turistas a República Dominicana era de 4.95%. Entonces, con ese promedio, en 2019, previo a la pandemia, llegaron al país 6,446,036 extranjeros y dominicanos no residentes en condición de turistas por vía aérea.
Si a esa cantidad se le agrega un incremento de 4.95% anual llegaría a 7,820,283 al cierre de 2023, una cantidad muy parecida a la que realmente se logrará este año, si se toma en cuenta que hasta noviembre llegaron 7,191,101 visitantes.
Lo anterior indica que no se trata de niveles récords de llegadas, sino de la recuperación del turismo a los niveles previos a la pandemia, pero sin que eso haya significado un incremento más allá de lo que tradicionalmente ha sido República Dominicana como destino para el ocio en la década anterior a la crisis sanitaria y económica de 2020.
Desglose
Al separar los datos de llegadas entre extranjeros y dominicanos no residentes, se tiene que, en el caso de los nacionales, el crecimiento promedio anual en la década anterior a la pandemia era de 6.71%.
Con base en ese dato, y tomando en cuenta que en 2019 llegaron 1,088,417 en calidad de turistas, al agregarle ese porcentaje promedio de crecimiento anual serían 1,411,288 al cierre de 2023. De acuerdo con las estadísticas de Mitur, a noviembre habían llegado 1,142,985, indicativo de que ha habido una recuperación del mismo ritmo de crecimiento anterior, no superior.
En el caso de los extranjeros no residentes, para el 2019 se recibieron 5,357,619, con un ritmo de crecimiento anual promedio de 4.67% en la década anterior. Si se agrega ese mismo porcentaje anual de los cuatro años siguientes, para el 2023 habrían de llegar 6,430,736 turistas. De acuerdo con las estadísticas oficiales, hasta noviembre de este año la llegada de extranjeros no residentes suma 6,048,116.
Asumiendo que diciembre todavía no está contabilizado, es posible que terminado ese mes, la llegada de extranjeros no alcance, aunque si se acerque, al nivel de proyección con los indicadores promedio de crecimiento de los años anteriores a la pandemia.
Recuperación sí
Lo que sí se puede considerar como un logro para la gestión del presidente Luis Abinader y la administración de David Collado en el Ministerio de Turismo es la recuperación de los niveles de crecimiento de ese sector al mismo ritmo que venía logrando República Dominicana antes de la paralización total que provocó la pandemia.
En los primeros once meses de este año República Dominicana recibió 7,191,101 turistas entre extranjeros y dominicanos no residentes. Ese es un logro y una muestra de recuperación dignos de resaltar, ya que la cantidad supera en un 0.3% la a los turistas que llegaron al país en los 12 meses del año anterior, es decir, 2022 completo.
Con una labor de promoción, la mejora de servicios, gestiones internacionales y otras acciones relacionadas, siempre en coordinación con el sector privado, el Mitur, encabezado por Collado, ha logrado reposicionar a República Dominicana en el camino del crecimiento sostenido en la llegada de turistas, a los niveles de los años anteriores al covid-19.
Lo que estaría pendiente es superar esos niveles promedio de crecimiento y hacer que los flujos crezcan a una mayor velocidad, no solo en términos absolutos, sino, también en proporción porcentual.
De seguir en la misma proporción, de un crecimiento promedio anual adicional de 4.95% como en la década anterior al 2019 y en cuatrienio de la recuperación acumulado, entonces se requerirían al menos cuatro años más para lograr la meta de 10 millones de turistas, no “visitantes” al año, como se ha trazado el Gobierno.
Turistas, no visitantes
Cada vez que el ministro de Turismo ofrece el informe mensual de llegada de turistas al país, agrega el dato de la llegada de cruceros y contabiliza la cantidad de ocupantes de esos barcos como “visitantes”, los cuales, al sumarlos, da una cantidad bastante atractiva.
Es así como, por ejemplo, a los 7,191,101 turistas que vinieron al país en enero-noviembre, y que se hospedaron en diferentes hoteles y otros establecimientos, el Mitur les suma un total de 1,913,991 de pasajeros y hasta tripulantes de los cruceros que tocaron puertos dominicanos en ese período.
Cuando se suman ambas cantidades, el resultado es que República Dominicana habría recibido 9,105,092 visitantes, y que al cierre de este mes de diciembre, el 2023 concluiría superando la deseada meta de los 10 millones.
Sin embargo, esa no es realmente la meta, pues los cruceristas no son turistas, sino visitantes. Esto, con el agravante de que no todos los cruceristas bajan del barco. De hecho, se tiene estimado que menos del 8% de los cruceristas baja del barco al llegar a puerto dominicano.
Entonces, además de que los cruceristas no son turistas, se da el hecho de que tampoco son visitantes, pues solo calificarían como tales los que bajan del barco para hacer algún tipo de consumo en el país. El Mitur solo se limita a contabilizar y publicar la cantidad de personas que ocupan cada crucero que toca puerto local, pero no publica las estadísticas sobre la cantidad de esos cruceristas que baja del barco.
Por esa razón, la calidad o condición de “turistas” solo se aplica a aquellos extranjeros y dominicanos no residentes que vienen a República Dominicana y pernoctan por lo menos un día durante su estadía, pues de esa forma, no solo conocen parte del país, sino que también consumen alimentos, bebidas, servicios y otras ofertas que reciben de los dominicanos y que se traducen en la generación efectiva de divisas, de empleos y de dinamización económica.
Nuevos polos en proceso
El sector turismo se ha posicionado como el principal impulsor de la economía dominicana, ya que no solo abarca la hotelería, sino todo lo relativo con bares y restaurantes, es decir, lo que se define como “industria del entretenimiento”.
Recientemente, el propio Ministerio de Turismo publicó un informe en que da cuenta de que ese sector incidió en otros sectores de la economía dominicana con un impacto que superó los US$22,000 millones en el año 2022.
El análisis se hace partiendo del hecho de que el turismo tiene un encadenamiento constante con otros sectores como el agropecuario, pues los hoteles demandan alimentos y bebidas producidos localmente.
También incide en el sector inmobiliario y de la construcción con en la industria suplidora de bienes y materiales gastables no comestibles de producción nación que se constituye en suplidores de los complejos hoteleros. Por eso no es casual que el turismo sea una de las principales áreas de mayor captación de inversión extranjera.
Recientemente, Shaney Peña, directora del Departamento Proyectos del Ministerio de Turismo, informó que en lo que va de este año se han aprobado 542 expedientes de no objeción de uso de suelo; y el Consejo de Fomento del Turismo (Confotur) 61 proyectos turísticos.
Esta cantidad de expedientes supera los 413 procesados en el 2022 y los 311 del 2019, las dos cifras anteriores más altas. Eso, sin incluir los expedientes en proceso del mes de diciembre.
Las aprobaciones de Confotur para proyectos turísticos corresponden a Montecristi, Puerto Plata, Santiago, Samaná, Distrito Nacional, San Pedro de Macorís, El Seibo, La Romana y La Altagracia. Generarán 72,640 empleos.
En República Dominicana se identifican siete polos turísticos (Santo Domingo, Romana-Bayahibe, Puerto Plata, Sosúa-Cabarete, Samaná, Bávaro-Punta Cana y Boca Chica-Juan Dolio).Sin embargo, a esos destinos hay que agregar otros no tan formales, aunque sí en expansión relacionados con el turismo que no es solo de sol y playa, sino de senderismo y montaña.
Otro sector vinculado al turismo y también en crecimiento es el que capta visitantes para procedimiento de salud y en de las visitas de negocios, donde República Dominicana se destaca por ser el principal destino de inversión extranjera directa del área del Caribe, con más de US$4,000 millones en 2022 y una proyección similar al cierre de este año.
En forma adicional, están los procesos de desarrollo de otros potenciales polos turísticos como el área de Miches, en la provincia El Seybo, que abarca la parte céntrica de la franja nordeste entre La Altagracia y Samaná. También están los proyectos, ya avanzados, para la zona de Pedernales, en el suroeste de República Dominicana, donde se prevé la construcción de hoteles, aeropuerto, muelle de cruceros y otros atractivos en torno a la playa Bahía de las Águilas.
La meta
Con la misma proyección de crecimiento en la llegada de turistas que registraba el país en la década anterior a la pandemia, para el cierre de 2023 deberían llegar al menos 7,820,283 extranjeros y dominicanos no residentes.
Sin embargo, el ministro de Turismo, David Collado, tiene una meta un poco superior, aunque muy cercana. El funcionario estima que el año cerrará con alrededor de 8,000,000 de turistas, tomando en cuenta que el acumulado hasta noviembre alcanzara los 7,191,052, un 12% más que en 2022.
Para alcanzar los 8,000,000 se necesitaría la llegada de poco más de 800,000 en diciembre. Solo en noviembre, el país recibió a 636,460 pasajeros por vía aérea, de los cuales 542,229 son extranjeros y 94,231 son dominicanos no residentes. Tradicionalmente, en diciembre, la llegada de dominicanos aumenta, por lo que es posible que se logre la meta que se ha propuesto el ministro de Turismo.