Con la llegada de las anheladas vacaciones de verano, que para muchos estudiantes dominicanos se inició a finales de junio y se extienden hasta principios de septiembre, República Dominicana se prepara para un movimiento significativo de personas.
Esta temporada no solo marca el fin de un ciclo académico, sino que se convierte en una oportunidad dorada para que miles de dominicanos, tanto empleados formales como informales, exploren la riqueza de su propio territorio, yendo más allá de los tradicionales destinos de sol y playa.
Los datos recientes de la Primera Encuesta Nacional de Turismo Interno (ENTÍ) de República Dominicana, correspondiente a junio de 2025 y elaborada por el Centro de Estudios Turísticos y Desarrollo Local (Cetdel) en colaboración con Quantum Analytics, revelan una tendencia clara: el 35.1% de la población adulta dominicana realizó al menos un viaje dentro del país en los últimos 12 meses. De este grupo, un considerable 30.5% reportó haber gastado más de RD$10,000 por persona, siendo las vacaciones, las visitas a familiares o amigos, y las actividades laborales las principales motivaciones.
Esta encuesta subraya que las vacaciones encabezan la lista de razones para viajar dentro de la isla, con un 46.2% de las menciones, seguidas de cerca por las visitas a familiares (27.9%) y los motivos laborales (22.7%). Ante este panorama, surge la pregunta fundamental: ¿cómo podemos disfrutar de nuestro maravilloso país durante estas vacaciones sin que nuestro presupuesto familiar sufra las consecuencias? ¿Es indispensable contar con una suma considerable de dinero?
El asesor financiero Manuel Fernández enfatiza que la clave reside en una planificación económica rigurosa. “Una organización financiera adecuada permite realizar excursiones y visitas a lugares turísticos sin necesidad de gastar una cantidad desorbitada de dinero, y lo más importante, sin tener que renunciar a las comodidades esenciales”, explica Fernández.
La anticipación, aliada del bolsillo
La estrategia, según el experto, comienza con la anticipación. Definir con al menos dos meses de antelación las fechas exactas de los días libres es un primer paso crucial. A esto se suma la elección del destino, el medio de transporte, la duración estimada del viaje y el número de personas que participarán, así como el tipo de actividades deseadas.
“Esta información permite tener una idea clara y acabada de la cantidad de dinero que se debe ahorrar para ese viaje”, recalca Fernández. Subraya, además, que el esparcimiento es vital para el desarrollo humano y contribuye significativamente al rendimiento productivo al retornar a las actividades cotidianas.
Otra recomendación recurrente por parte de expertos en finanzas familiares es considerar viajar durante las temporadas bajas. Estos períodos, caracterizados por una menor afluencia de turistas locales y extranjeros, no solo ofrecen la oportunidad de disfrutar de los espacios naturales con mayor tranquilidad, sino que también presentan una ventaja económica significativa, ya que los costos de alojamiento y transporte suelen ser considerablemente más reducidos.
La regla del 50/20/30
Para quienes buscan una guía más estructurada, la “regla del 50/20/30” ofrece un marco útil para la distribución del salario. Esta pauta sugiere destinar el 50% de los ingresos a gastos fijos, el 20% al ahorro y el 30% a gastos personales. Es de este último porcentaje donde se puede asignar una porción específica para el ocio y el entretenimiento, incluyendo los gastos de las vacaciones.
En cuanto al alojamiento, la encuesta ENTÍ 2025 revela que las opciones más populares entre los dominicanos para el turismo interno son las casas de familiares o amigos (40.2%), seguidas por los hoteles (37.0%). Los alquileres a través de plataformas como Airbnb representan un 12.6%, mientras que un 7.5% opta por no pernoctar y un 2.7% elige otras alternativas.
Para aquellos que no disponen de familiares o amigos en los destinos deseados, plataformas como Airbnb se han consolidado como un promotor clave de las rentas cortas. Ya sea que se planee un viaje al este, al Cibao o al sur del país, esta alternativa ofrece una amplia gama de apartamentos, casas o villas para alquilar por períodos cortos, adaptándose a diversos presupuestos.
Si la prioridad es la economía, Fernández indica que alquilar una cabaña en la playa o en entornos rurales también es una opción viable a través de estas plataformas.
Además, para viajes grupales, ya sean de amigos o varias familias, compartir los gastos de transporte, comidas y bebidas, distribuyendo responsabilidades o aportes equitativos, puede hacer la experiencia mucho más asequible. Sin embargo, advierte que optar por hoteles de lujo sin una planificación previa puede llevar al endeudamiento.“Creo que lo más inteligente es anticiparse, diseñar un plan de ahorro para financiar el viaje”.
A tomar en cuenta
- Planifíquese. Haga un estimado del gasto promedio que implicaría hacer turismo en esa determinada localidad.
- Presupuesto. Determine qué cantidad necesita para planificar sus ahorros para hacer turismo interno.
- Tarjetas. Trate de usar lo menos posible su tarjeta de crédito, pero si la va a usar que sea para emergencias.
- “Serrucho”. En caso de viajar en grupos de familias o amigos, divida los gastos en partes iguales entre los participantes.
- Hospedaje. No tiene que optar por hospedajes de lujo. Existen alternativas que se adaptan a su presupuesto.
- Efectivo. Lleve una provisión de dinero en efectivo para emergencias económicas, sea de salud o para cualquier eventualidad.