Por Alexandra Brockmans,

La costa norte de la República Dominicana atraviesa un momento decisivo. Municipios como Sosúa y Cabarete, junto con Puerto Plata y Montellano, han despertado un renovado interés entre empresarios nacionales y extranjeros que buscan destinos seguros, rentables y con proyección de crecimiento.

Villas de lujo, condominios modernos y proyectos hoteleros impulsan la plusvalía en un mercado que cada vez recibe más interesados en segundas residencias o rentas de larga duración. Iniciativas como Punta Bergantín, apoyadas por el Estado, se perfilan como símbolos de este auge.

Sosúa por fin renueva su identidad como destino familiar, Cabarete sigue consolidándose como capital mundial de deportes acuáticos y Puerto Plata amplía su oferta cultural e histórica. A ello se suma la llegada de cruceros y el crecimiento del turismo interno, que coloca a la zona en el mapa de los grandes destinos caribeños.

Empresarios locales coinciden que “Estamos ante una oportunidad histórica” y el futuro inmediato promete más. Nuevas cadenas hoteleras se preparan para desembarcar y la comunidad extranjera residente, cada vez más numerosa, aporta dinamismo a la economía y contribuye a consolidar un estilo de vida cosmopolita.

Invertir hoy en la costa norte es apostar por un destino en plena transformación. Una región que, entre mar, cultura y desarrollo, busca consolidarse como el nuevo rostro del turismo dominicano.