La vicepresidenta de Asonahores, Aguie Lendor consideró que el sector turístico en la República Dominicana enfrenta nuevos desafíos con la llegada de eventos internacionales, como una copa Mundial de FIFA y torneos de tenis, lo que abre oportunidades para diversificar la industria hacia el ecoturismo y el alto lujo.
Sin embargo, señala que la inversión extranjera se ha enfocado más en la parte inmobiliaria.
«Debemos trabajar para poder satisfacer la demanda de las habitaciones (hoteleras) que serían necesarias si se llegan a realizar este tipo de eventos», consideró.
Además, abordó el problema de los apartamentos alquilados a través de plataformas como Airbnb. «Mientras los hoteles están sujetos a estrictas regulaciones, como sistemas de seguridad, cámaras y control de identidad, los proyectos inmobiliarios no cumplen con las mismas normativas».
La ejecutiva dijo que la preocupación va más allá de lo económico, pues el turismo formal genera empleos y un encadenamiento productivo que el turismo inmobiliario no ofrece.
La falta de control y regulación en el turismo inmobiliario es vista como una amenaza social y económica, ya que puede afectar la seguridad y los empleos en el sector.
Lendor indicó que muchos extranjeros han optado por invertir para promover este nuevo mecanismo pero, a la vez, genera una sensación de inseguridad, con propietarios preocupados por la entrada y salida de personas desconocidas en sus edificios, algo que ya ha generado problemas en ciudades como Barcelona, España.
Considera que la inclusión de impuestos a las plataformas como Airbnb representa una oportunidad importante de ingresos para el gobierno, que se podría incluir dentro del actual proceso de reforma fiscal.
Dijo que es pertinente que este aspecto forme parte de la reforma, ya que el gobierno podría aprovechar este modelo de negocio para generar ingresos adicionales.
Destacó que el turismo inmobiliario no solo impacta al sector turístico, sino que también afecta los derechos de propiedad, ya que alquilar propiedades a corto plazo con fines comerciales es una actividad diferente a la residencial.
Por tanto, al tratarse de una actividad comercial, tanto las plataformas como los propietarios deberían pagar impuestos por los ingresos que generan, según Diario Libre.
Lendor sugiere que, además de las resoluciones del Ministerio de Turismo, sería necesario legislar sobre el turismo inmobiliario para regular adecuadamente su impacto en la economía y asegurar que estas actividades cumplan con las obligaciones fiscales correspondientes.