El Banco Central (BCRD), en su reunión de política monetaria del mes de diciembre de 2021, decidió aumentar su tasa de interés de política monetaria en 100 puntos básicos, de 3.50 % anual a 4.50 % anual.
De este modo, la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) se incrementa de 4.00 % anual a 5.00 % anual y la tasa de depósitos remunerados (Overnight) de 3.00 % anual a 4.00 % anual.
Esta decisión respecto a la tasa de referencia se basa en una evaluación exhaustiva del impacto del covid-19 sobre la economía mundial y la persistencia de las presiones inflacionarias de origen externo. En ese orden, la dinámica de los precios continúa siendo afectada por choques de oferta más permanentes de lo previsto, asociados a mayores precios del petróleo y de otras materias primas importantes para la producción local, así como al incremento de los costos globales de fletes ante la escasez de contenedores y otras distorsiones en las cadenas de suministros.
En particular, la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) en noviembre fue de 1.08 %, mientras que la inflación acumulada durante los primeros once meses de 2021 fue de 7.71 %. Por otro lado, la inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles de la canasta, alcanzó 6.63 % interanual en noviembre de 2021, reflejando efectos de segunda vuelta por los mayores costos de producción asociados a los choques externos.
Hacia adelante, el sistema de pronósticos del BCRD indica que, en un escenario activo de política monetaria, la inflación interanual (variación de los últimos 12 meses), que se ubicó en 8.23 % en noviembre de 2021, convergería al rango meta de 4 % ± 1 % durante el segundo semestre de 2022, a un ritmo más lento de lo previsto originalmente.
En este contexto de presiones inflacionarias más persistentes y considerando el buen ritmo de la recuperación económica, el Banco Central está implementando un plan hacia la normalización de su política monetaria. En ese sentido, desde agosto de 2021 están retornando de forma ordenada los recursos otorgados durante la pandemia, en la medida en que las empresas y hogares amortizan los préstamos concedidos a través de las distintas facilidades de liquidez.
Por otro lado, los incrementos de la tasa de política monetaria del BCRD de 50 puntos básicos en el mes de noviembre y de 100 puntos básicos en este mes de diciembre ubicarán dicha tasa de referencia en 4.50 % anual, nivel en que se encontraba previo a la pandemia.
La implementación de estas medidas tiene como objetivo facilitar la convergencia de la inflación a la meta, mantener ancladas las expectativas de los agentes económicos y prevenir el riesgo de que se generara hacia adelante un sobrecalentamiento de la economía, que pudiese provocar un desbordamiento de las presiones inflacionarias y un desequilibrio macroeconómico interno.
En el entorno internacional, las perspectivas económicas se mantienen positivas, aunque persiste la incertidumbre generada por el ritmo de contagios mundiales de COVID-19 y a las disrupciones en las cadenas de suministros. En ese sentido, Consensus Forecasts prevé un crecimiento mundial de 5.6 % para 2021 y de 4.2 % para 2022.
Para Estados Unidos de América (EUA), el principal socio comercial del país, las proyecciones más recientes de Consensus apuntan a un crecimiento de 5.6 % para 2021 y de 4.0 % para 2022, reflejando la incertidumbre causada por los “cuellos de botella” en la producción y transporte de bienes.
En efecto, la inflación en ese país alcanzó 6.8 % en noviembre, más de tres veces por encima de su meta de 2.0 % y siendo la inflación más alta en casi cuatro décadas. En este contexto, la Reserva Federal en su última reunión de diciembre aceleró el plan de retiro de su estímulo monetario, duplicando el ritmo de reducción de las compras mensuales de activos, a la vez que se prevén incrementos en la tasa de fondos federales que pudieran iniciar durante el primer trimestre de 2022.
Por otro lado, la actividad económica en la Zona Euro se expandiría en 5.1 % en 2021 y 4.2 % en 2022, de acuerdo con Consensus, mientras que la inflación interanual se ubica en 4.9 % en noviembre, la más alta en la historia de este bloque de países. Si bien la tasa de depósitos overnight permanece en -0.50 % anual, el Banco Central Europeo ha moderado el ritmo del programa de emergencia de compra de activos financieros por la pandemia y anunció que finalizaría este programa al cierre del primer trimestre de 2022.
Las perspectivas de crecimiento para América Latina han mostrado mejorías importantes, estimándose una expansión de 6.6 % en 2021 y de 2.3% en 2022, según Consensus. Por otro lado, la mayoría de los bancos centrales en la región han incrementado sus tasas de referencia durante 2021 para enfrentar las presiones inflacionarias, como es el caso de Brasil (725 puntos básicos), Paraguay (450 puntos básicos), Chile (350 puntos básicos), Perú (225 puntos básicos), Colombia (125 puntos básicos), México (125 puntos básicos), Uruguay (125 puntos básicos) y Costa Rica (50 puntos básicos).
Con relación a las materias primas, el precio del barril del petróleo intermedio de Texas (WTI) se mantiene con una alta volatilidad, con un promedio de US$71 durante diciembre, condicionado por una mayor incertidumbre ante las nuevas variantes del covid-19 y una fuerte demanda ante las limitaciones por el lado de la producción mundial del crudo.
En el entorno doméstico, el proceso de recuperación de la demanda agregada se ha afianzado, destacándose el crecimiento del indicador mensual de actividad económica (IMAE) de 13.1 % interanual durante el mes de noviembre.
El dinamismo de la economía dominicana ha permitido que la expansión acumulada durante enero-noviembre de 2021 se ubique en 12.5 %, influenciada por el buen desempeño de sectores con un alto encadenamiento productivo como construcción, manufactura local, zonas francas, comercio, así como por la recuperación del sector hoteles, bares y restaurantes.
En este contexto de una reactivación económica más rápida de lo previsto, las proyecciones de crecimiento económico apuntan a una expansión que se ubicaría en torno a 12.0 % durante este año 2021. Estas perspectivas positivas para la economía dominicana están apoyadas en la recuperación significativa de la demanda interna, los importantes avances en el plan nacional de vacunación y la mejoría gradual del turismo, estimándose la llegada de unos 5 millones de visitantes no residentes en todo 2021.
Asimismo, la cartera de crédito al sector privado en moneda nacional mantiene su dinamismo al expandirse de forma interanual en torno al 11 % al cierre del año, destacándose la canalización de financiamiento para adquisición de viviendas, manufactura, comercio y construcción. Con respecto a las finanzas públicas, es importante destacar que en los meses recientes se ha observado una aceleración en el gasto de capital, que se espera continúe durante los próximos trimestres y que coadyuve a la consolidación de la recuperación económica.
En el sector externo, continúa el buen desempeño de las remesas que crecieron 28.8 % durante enero-noviembre de 2021 y se estima que superarían los US$10 mil millones para el cierre del presente año; mientras que las exportaciones totales se expandieron 21.7 % interanual en enero-noviembre de 2021.
Las reservas internacionales se mantienen en niveles históricamente altos, proyectándose que cerrarían el año en torno a los US$ 12,800 millones, equivalentes a 6.5 meses de importaciones y 13.8 % del producto interno bruto, superando las métricas recomendadas por el FMI. Estos factores han contribuido a mantener la estabilidad relativa del tipo de cambio, reflejada en una apreciación acumulada de aproximadamente 1.5 % al cierre de 2021.
El Banco Central de la República Dominicana reafirma su compromiso de conducir la política monetaria hacia el logro de su meta de inflación y el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos. En ese sentido, se mantendrá dando especial seguimiento al entorno macroeconómico y a la evolución de las presiones inflacionarias, con el propósito de adoptar las medidas necesarias ante factores que puedan poner en riesgo la estabilidad de precios.