Aunque la fusión entre Spirit y Jetblue ya se hizo pública, aún falta la aprobación de las autoridades regulatorias, pues se debe evaluar si existirá monopolio, lo que se puede convertir en anticompetitiva, como lo considera el Departamento de Justicia de Estados Unidos con la demanda que le interpuso a la alianza entre American y Jetblue.
El DOT ha alegado que esta Northeast Alliance (Jetblue – American) crea un monopolio anticompetitivo en las rutas del noreste del país y podría incrementar las tarifas aéreas, por lo cual en la industria ya se contempla que la fusión entre Jetblue y Spirit no se dará por las mismas razones.
Sin embargo, los planes de las aerolíneas son operar por separado, pero conformando la quinta aerolínea más grande de USA, luego de American, Delta, United, Southwest. Jetblue quiere renovar la flota de Spirit, eliminando los asientos estrechos y modernizando las cabinas. Además del crecimiento de Jetblue, la fusión le dará confiabilidad, pues Spirit la supera en ese aspecto, admitió recientemente el CEO de JetBlue, Robin Hayes.
Como lo informó REPORTUR.us, Jetblue concretó la compra de Spirit por un valor de capital totalmente diluido de US$3.8 mil millones y un valor empresarial ajustado de US$7.6 mil millones. La finalización de la adquisición está sujeta a las condiciones de cierre habituales, incluida la recepción de las aprobaciones reglamentarias requeridas por parte de las autoridades estadounidenses y de los accionistas de Spirit.