La República Dominicana aparece como la gran beneficiaria a la hora de atraer inversiones turísticas y hoteleras, luego del ataque del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), a empresas españolas con acusaciones graves y el uso de verbos fuertes como «robar» o «saquear».
Ante las palabras de AMLO, los grandes inversores hoteleros agrupados en Inverotel transmitieron a REPORTUR.mx que «la verdad es difícil entender por nuestra parte, los hoteleros creamos, desarrollamos y mantenemos puestos de trabajo y riqueza».
Los miembros de Inverotel son: Meliá, Iberostar, Riu, Excellence, Palladium, Sirenis, H10, Majestic, Princess, Bahía Príncipe, Bluebay y el único representante no español, AMR Collection.
AMLO planteó realizar una “pausa” en las relaciones entre México y España para respetarse y que el gobierno de España no vea a México como una tierra de conquista, “sí queremos tener buenas relaciones, pero no queremos que nos roben”.
“Así como los españoles no quieren que lleguen de ningún país a robarles, pues tampoco queremos nosotros”, dijo desde Palacio Nacional.
En contraste, el presidente dominicano, Luis Abinader, encabezó personalmente la delegación de su país durante la pasada Fitur en Madrid con el fin principal de atraer inversiones hoteleras, en un momento en el que están impulsando la creación de nuevos destinos como Pedernales y Miches que competirán directamente contra la Riviera Maya.
En Pedernales, solo en la primera fase, el proyecto contempla 13 macrolotes de hoteles, un clúster de cuatro hoteles ecológicos, una comunidad que tendrá un uso mixto: habitacional y turístico denominado Pueblo Rojo, así como un poblado local o villa de empleados, y participan en esta primera etapa las cadenas hoteleras Hilton, Marriott, Sunwing, AMResorts, Iberostar y Karisma.
Tal como ha adelantado arecoa.com, Cancún y la Riviera Maya presentan de forma inusual menos ocupación hotelera que Punta Cana- Bávaro, por lo que los hoteleros del Caribe mexicano reconocen que sus rivales están siendo más atractivos para el turismo al ir reduciendo las restricciones de viaje, y ante fenómenos como la inseguridad o el aumento de contagios.
Las ocupaciones en Cancún bajan de media del 70 por ciento en plena temporada alta de enero, mientras las de Punta Cana se acercan al 80 por ciento, en un adelantamiento inusual entre los dos grandes destinos del Caribe, que también se ven favorecidos por las dificultades de Cuba para recuperar el turismo perdido en los dos últimos años.