El tradicional paquete turístico se verá claramente afectado por el incremento de precios ligado a la guerra. Así lo asevera el presidente de la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (Acave), Martí Sarrate, quien alerta de un aumento de en torno a un “10-12%”.

Lamenta que el efecto de la inflación en los proveedores de las agencias obligará a elevar el importe de los productos. Ello, unido a que los viajeros están viendo como cada vez es más difícil llegar a fin de mes, perdiendo poder adquisitivo y destinando menos partida a vacaciones, podría derivar en una ralentización de la demanda, que ya se empieza a observar.

Aerolíneas y hoteles son los principales afectados. Los primeros ya están notando diferentes recargos por el aumento de las tarifas de combustible. Ello les está obligando a subir el precio de los billetes para evitar problemas de viabilidad y solvencia, ya que antes del conflicto y de la pandemia tenían garantizado hasta un 80% el precio del combustible de un año para otro, y ahora muchas no llegan al 50%.

En cuanto a los segundos, el principal problema es la energía, en cifras máximas día tras día. A ello hay que sumar la inflación en otros de sus principales costes, como son los de personal y alimentos, sin visos de abaratarse a corto y medio plazo. Así, incrementar los precios podría ser una posible, aunque no segura, solución para evitar nuevos cierres.

Sin embargo, como elemento positivo, Sarrate espera que el consumo de paquetes vacacionales no sea tan elevado en tiempos de Covid, ya que “el nuevo consumidor quiere viajes más personalizados“. Ello también resaltará la labor del agente de viajes, especializado en ese tipo de peticiones.