República Dominicana basa su economía en el turismo, inversión extranjera y la construcción. Ante esto, el Estado brinda la seguridad jurídica para el desarrollo de proyectos inmobiliarios y facilidades de crédito a través de las entidades de intermediación financiera.

“La seguridad jurídica es la garantía que República Dominicana brinda a los empresarios locales e inversionistas extranjeros al momento de destinar entre US$150 millones y US$350 millones, en promedio, en el sector de viajes y turismo” expresa a elDinero, el presidente de la Asociación Dominicana de Empresas Turísticas Inmobiliarias (Adeti), Jorge Subero.

De esta manera, diversificar el sector de viajes y turismo provee una mayor oferta para el público y, a su vez, garantiza el crecimiento de la industria local. Expresa que los propietarios de estos inmuebles ubicados alrededor de campos de golf, de una marina o frente a la playa, son más exigentes que el turista tradicional porque su pernoctación suele ser de mayor estancia.

“El usuario que se aloja fuera de los hoteles se involucra en los servicios básicos como contratación de chófer, personal de limpieza, acude al supermercado, entre otras actividades durante sus vacaciones exclusivas, teniendo contacto directo con la comunidad”, asegura Subero.

El Banco Central dominicano (BC) indica que entre enero y noviembre de este año arribaron 7,115,017 pasajeros vía aérea. De esta cantidad, 3,911,465 se alojaron en hoteles tradicionales, mientras que 3,202,552 en otros tipos de alojamiento.

Además, el ministerio de Turismo registra 85,000 habitaciones hoteleras y 70,000 distribuidas en renta corta. Ante este contexto, el ejecutivo establece que con la consolidación del turismo inmobiliario diversifica la industria y adquiere valor la segunda línea de playa, esto significa, el espacio detrás de los complejos hoteleros.

“Con la construcción de campos de golf y tenis, restaurantes de lujo, negocios de ocio o parques, la segunda línea de costa adquiere un valor agregado con los negocios que amplían la oferta de la industria de viajes y turismo”, explica.

Este complemento agregado incide al visitante a gastar más por la adquisición de bienes y servicios. Así lo establecen las estadísticas de las entidades oficiales, al destacar que el turista extranjero que se aloja en un hotel tradicional gasta en promedio US$130 por noche, mientras en alojamientos de renta corta tiene un promedio de US$300.

(ProDominicana), el flujo de inversión extranjera varía a través de los años. Durante el 2015 y 2021, el sector inmobiliario consolidó una inversión de US$3,454.6 millones, siendo el 2016 el año con el monto más alto al reportar US$587.3 millones. Sin embargo, este monto en turismo alcanza los US$5,921.1 millones entre 2015-2021. Al desglosar los datos, se evidencia una tendencia fluctuante durante el período analizado.

Entre el 2018-2019, el BC registra un crecimiento de 17.6%, al pasar de US$845.2 millones a US$994.2 millones. Mientras, para 2020 decreció un 4%, al situarse en US$954 millones, un US$7.8 millones menos que el 2021, que alcanzó los US$961.8 millones.

Para los primeros seis meses del 2022, este flujo asciende a US$497.1 millones, US$289.7 millones más que la inversión destinada a bienes raíces (US$207.4 millones). “Los dominicanos ausentes están invirtiendo en el turismo inmobiliario, esto significa que regresan a su tierra natal y adquieren una vivienda con fines de recreación”, afirma el ejecutivo.

La recuperación del turismo también está a cargo de la llegada de dominicanos ausentes. Así lo muestran las estadísticas oficiales del Banco Central, al destacar que de los 7.1 millones de pasajeros que arribaron a República Dominicana entre enero-noviembre 2022, el 2.4% corresponden a dominicanos no residentes, o sea, 1,174,243.

Mercado

República Dominicana no es ajena a la realidad de la renta corta, ya que el gasto de los huéspedes que se alojaron en estos tipos de alojamiento aportó US$397.8 millones al producto interno bruto (PIB), generó 28,000 empleos y US$169.8 millones al pago de salarios.

De acuerdo con Oxford Economics sobre el impacto económico de los usuarios de Airbnb en República Dominicana, esta derrama económica beneficia a la economía local. Destaca que los turistas gastaron US$177 millones en restaurantes, US$226 millones en compras y alimentos, US$187 millones en actividades, US$114 millones en transporte local y US$135 millones en movilización hacia el destino.

La empresa estima que para el 2025, este tipo de gasto de los visitantes alcanzará los US$11,000 millones.

Tendencia

Conforme datos del portal Statista, el valor de Airbnb a nivel global se sitúa en US$113,000 millones en 2021. Esto significa un 222.8% crecimiento comparado con el 2019 que registró US$35,000 millones y US$38,000 millones más que el 2020 (US$75,000 millones). Mientras, los ingresos por el alojamiento en este tipo de hoteles registra US$5,990 millones en el 2021.

Además, para ese año, el valor de las reservas en América del Norte se situó en US$222, un 27.5% más que el 2020, cuando esta cifra alcanzó los US$174 por noche.

Por admin

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